Vigencia de los objetos publicitarios
Atrás han quedado algunas estrategias de marketing que los negocios empleaban para darse a conocer o para promover sus productos o servicios de acuerdo a lo que comercializaran. En parte esto se debe al gran auge del mundo digital, gracias a la acogida que ha tenido por parte de los clientes. Sin embargo, no todo es virtual en la actualidad.
De hecho, complementar las tácticas virtuales con elementos físicos, hacen más eficiente cualquier campaña publicitaria. Esto es oportuno tenerlo presente, ya que muchas veces nos abocamos a tener todo lo que ha surgido en Internet como una página web, blog, presencia en redes sociales, participación en foros, inclusión en directorios generales o específicos del área al cual pertenecemos, generación de noticias, vídeos, entre otros. Pero nos olvidamos de ese contacto directo tan poderoso.
Y es que definitivamente ambas cosas no son excluyentes, tener una prolija y activa presencia en la web es más que necesario en estos tiempos, pero la competencia es abrumadora, así que cualquier mecanismo que llame la atención de nuestra población objetivo ha de ser bienvenida. Los recursos físicos además de conseguirnos nuevos adeptos, contribuyen a fidelizar los que ya poseemos, aspecto que tampoco podemos perder de vista.
En función de lo anterior, debemos volcar nuestra mirada hacia esos famosos objetos publicitarios que tan buenos resultados han dado a lo largo de la historia del marketing. Quién no recibe con agrado un presente, por ello, al menos se garantiza que el mensaje llegue a su destino. Luego el uso que le den sus receptores, seguramente dependerá de la utilidad y calidad de los mismos.
Por lo tanto, no pueden verse como simples objetos que se distribuyan y ya. Ellos llevan nuestra imagen, la cual se asociará de alguna manera a lo que ofrecemos. Si es algo inútil o inservible, lo menos que ganaremos es prestigio, por el contrario, sin importar qué tan bueno sea lo que vendemos, podemos ahuyentar a potenciales clientes con un obsequio banal.
No hay que subestimar al material de promoción que empleemos. Debemos llegar al usuario y agradarlo, causar un vínculo positivo. Que se sienta valorado y que estamos dispuestos a fortalecer esa relación. Hoy día se está apostando mucho por ofrendar dispositivos electrónicos como pen drive, baterías externas para celulares, auriculares, ratones, pero siguen vigentes los diferentes textiles publicitarios como camisetas, gorras, bolsos. Otros destacados son los vasos, filtros de agua, tazas, porta tarjetas, los infaltables bolígrafos y llaveros.
Adicionalmente, los objetos publicitarios de uso cotidiano o que sean fáciles de exhibir, se convierten en un medio de difusión de nuestras firmas.