Mostrando informacion sin reservas

Hacer brillar un negocio es una tarea permanente, nunca se acaba la necesidad de exponer lo que somos, qué hacemos, las ofertas que tenemos, métodos que usamos, consejos a nuestros clientes, en fin, hay mucha información que compartir, que nos dan visibilidad y al mismo tiempo fortalece esa relación con quienes nos rodean.

Invertir en marketing no se trata únicamente de pagar a una agencia para promover nuestras firmas a través de medios digitales y/o tradicionales, debemos ser partícipes directos de esa labor, convertir nuestras oficinas, consultorios, tiendas, bufetes, locales o cualquier lugar en el que operemos, en promotores de lo que ofrecemos.

Una forma sencilla, económica pero eficaz de establecer ese puente de comunicación consiste en disponer de un expositor de folletos en cada área clave de nuestros establecimientos. Estos pequeños pero significativos implementos sirven para revelar datos que resulten de interés para quienes nos visiten.

Los expositores y portafolletos

Seguramente hemos visto estos artículos en algunos lugares que frecuentamos, e intuitivamente o por curiosidad tomamos el panfleto que contienen, incluso si contemplan algo interesante o útil lo conservamos y compartimos con otras personas.

Así pues, no subestimemos estos singulares utensilios que poseen un valioso potencial. Es cuestión de colocar la información pertinente, cuidar muy bien el contenido. Utilizar colores que se asocien con la identidad del negocio. Dejar siempre los datos como dirección del portal digital, redes sociales, teléfonos, correo electrónico, entre otros que puedas servir para mantener el contacto o para que amplíen la investigación. Los más recomendados son aquellos fabricados en metacrilato.

Hay varios tipos de expositores y portafolletos, entre los cuales destacan:

  • Portanombres y portaprecios, aunque se aprovechan ambas caras, el área de exposición es bastante reducida, por lo cual, suele utilizarse para colocar algo concreto, por ejemplo, el nombre y cargo de un trabajador.
  • Doble cara tipo T, los hay vertical u horizontal, los de mayor demanda tienen el tamaño de una hoja con las dimensiones de una carta, pero también los hay más pequeños. Son útiles para ofrecer información precisa, como instrucciones, reglas, etc.
  • Una cara tipo L, solo se aprovecha una cara por su inclinación, pero es aprovechable para destacar algo transcendental.
  • Expositores de tarjetas, como su nombre lo indica, sirven para organizar tarjetas de presentación.
  • Portafolletos de pared o de sobremesa, tienen la capacidad de contener una cantidad determinada de folletos.
  • Urnas y buzones, muy apreciados por los usuarios ya que pueden depositar sus sugerencias y comentarios y por ende, se sienten tenidos en cuenta y que su opinión es importante.

Placas de pared, ideales para identificar un área.

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